La injusticia tiene nombres y apellidos, solo que suelen vivir bajo el halo del desconocimiento. Por suerte, existen personas que luchan para destapar esta ignorancia. Es el caso del trabajo de investigación videográfico realizado por la comisión audiovisual del movimiento 15M de Barcelona: 15mbcnTV, sobre los sucesos producidos el 4 de Febrero de 2006, uno de los casos de corrupción policial más graves que se han destapado en la ciudad de Barcelona.
La comisión de la plataforma del 15M de Barcelona, junto con la colaboración principalmente en la parte de investigación, del semanario de información LA DIRECTA , han realizado el documental: 4F Ni oblit, ni perdó. Dicho documental narra los hechos acontecidos el 4 de febrero de 2006 en el edificio okupado de la Anarko Penya Cultural. Aquella noche se estaba celebrando una fiesta hasta que apareció un despliegue policial que terminó cerrando el guateque. Entre el gentío, los golpes, las voces y los gritos, comenzaron a caer objetos de la azotea del antiguo teatro okupado de la calle Sant Pere Més Baix. Un policía quedó en coma tras recibir el impacto de una maceta que había sido tirada desde lo alto del edificio. El resultado de este trágico incidente fue la inmediata detención por parte de la policía de tres jóvenes de origen sudamericano que se encontraban en el lugar de los hechos. Aquella misma noche la policía detiene a dos jóvenes más: Patricia Heras y Alfredo Pestana, que ni siquiera se encontraban en el lugar de los hechos.
A la mañana siguiente, el alcalde de Barcelona en aquel momento Joan Clos, realiza unas declaraciones en las que ratifica la versión de los hechos. Sin embargo, unas horas más tarde, de manera inexplicable y totalmente contradictoria la policía cambia los hechos, declarando que en realidad el golpe había sido causado por una piedra lanzada desde la calle. y que el autor era Rodrigo Lanza, uno de los tres detenidos la noche anterior. Tres médicos forenses declararon durante el juicio la imposibilidad de que una piedra tirada desde la calle pudiese causar ese traumatismo; tanto por la forma de la caída y porque el herido no tenía señales en la frente. Solo el forense de la policía planteó esta posibilidad.
Rodrigo Lanza fue condenado a prisión como principal causante de los hechos.
Patricia Heras y Alfredo Pestana habían salido de fiesta aquella noche y volvían a casa en bicicleta. Pero a mitad del camino, tienen un accidente, así que acaban yendo al Hospital del Mar. En la sala de espera de dicho hospital irrumpen un grupo de policías y acusan a Patricia y a Alfredo de tener relación con los hechos acontecidos en la calle Sant Pere Més Baix. Ellos dos aseguran en todo momento no haber estado allí. El peinado de Patricia es la única prueba que emplean los policias para inculparla en el caso. En el juicio, Patricia Heras acaba siendo condenada a 3 años de cárcel.
A la mañana siguiente, el alcalde de Barcelona en aquel momento Joan Clos, realiza unas declaraciones en las que ratifica la versión de los hechos. Sin embargo, unas horas más tarde, de manera inexplicable y totalmente contradictoria la policía cambia los hechos, declarando que en realidad el golpe había sido causado por una piedra lanzada desde la calle. y que el autor era Rodrigo Lanza, uno de los tres detenidos la noche anterior. Tres médicos forenses declararon durante el juicio la imposibilidad de que una piedra tirada desde la calle pudiese causar ese traumatismo; tanto por la forma de la caída y porque el herido no tenía señales en la frente. Solo el forense de la policía planteó esta posibilidad.
Rodrigo Lanza fue condenado a prisión como principal causante de los hechos.
Patricia Heras y Alfredo Pestana habían salido de fiesta aquella noche y volvían a casa en bicicleta. Pero a mitad del camino, tienen un accidente, así que acaban yendo al Hospital del Mar. En la sala de espera de dicho hospital irrumpen un grupo de policías y acusan a Patricia y a Alfredo de tener relación con los hechos acontecidos en la calle Sant Pere Més Baix. Ellos dos aseguran en todo momento no haber estado allí. El peinado de Patricia es la única prueba que emplean los policias para inculparla en el caso. En el juicio, Patricia Heras acaba siendo condenada a 3 años de cárcel.
El 19 de octubre de 2011, dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona, Víctor Bayona y Bakari Samyang, son expulsados del cuerpo y condenados a más de 2 años de prisión, por torturas graves a un estudiante de Trinidad y Tobago: Yuri Jardine.
Ambos dos agentes habían agredido con golpes, amenazas e insultos racistas, la noche del 4 de Febrero en la comisaría de la Guardia Urbana de Las Ramblas, a Rodrigo Lanza y a sus otros dos detenidos: Alex Cisterna y Juan Pinto. Las denuncias de estas agresiones fueron investigadas por la misma juez que le condenó por agresión, quien llegó a asegurarle personalmente a Rodrigo que "aunque vengan mil más como usted, yo voy a creer a la policía".
La detención de estos dos agentes es el único hilo de luz que puede tener esta historia. Puesto que los jovenes detenidos fueron condenados a prisión, pesando los cinco años que vivió Rodrigo Lanza y los tres que vivió Patricia Heras, quien fue condenada a 3 años de cárcel, pero después de entrar en tercer grado penitenciario, decide acabar con su vida. En su blog, queda escrita su versión personal.
Ambos dos agentes habían agredido con golpes, amenazas e insultos racistas, la noche del 4 de Febrero en la comisaría de la Guardia Urbana de Las Ramblas, a Rodrigo Lanza y a sus otros dos detenidos: Alex Cisterna y Juan Pinto. Las denuncias de estas agresiones fueron investigadas por la misma juez que le condenó por agresión, quien llegó a asegurarle personalmente a Rodrigo que "aunque vengan mil más como usted, yo voy a creer a la policía".
La detención de estos dos agentes es el único hilo de luz que puede tener esta historia. Puesto que los jovenes detenidos fueron condenados a prisión, pesando los cinco años que vivió Rodrigo Lanza y los tres que vivió Patricia Heras, quien fue condenada a 3 años de cárcel, pero después de entrar en tercer grado penitenciario, decide acabar con su vida. En su blog, queda escrita su versión personal.
Un grupo de personas fueron detenidas por un delito que no cometieron. Todas ellas acaban cumpliendo una pena de cárcel injusta. Una de ellas decide terminar con su vida, suicidio que queda directamente relacionado con la falsa acusación de la que fue víctima. Mientras, los guardias civiles claves en esta historia, han sido condenados en otros casos por torturas, denuncia falsa y simulación de delito.
Debido al silencio mediático que se ha dado por parte de los principales medios de comunicación de este país, queremos apoyar y difundir este documental. Queremos desmontar el montaje.
Debido al silencio mediático que se ha dado por parte de los principales medios de comunicación de este país, queremos apoyar y difundir este documental. Queremos desmontar el montaje.